Eva Martín Soler se interesa por la fotografía en blanco y negro con diez años, retratando a sus amigas y a su perro Chuspi.Realiza dos talleres de fotografía en blanco y negro con 16 años, y participa en una exposición colectiva en la Sala Laxeiro con el tema “La mujer”. El Diario local “Faro de Vigo” selecciona una de sus fotografías para anunciar el evento.A los diecisiete le regalan su primera réflex. Con ella realiza books a modelos y se presenta a la Maratón Fotográfica Gallega, ganando el segundo premio al mejor conjunto de fotografías.A los veinticuatro años se traslada a vivir a Lanzarote, donde comienza su pasión por la pintura. Deja la isla con gran pena y se afinca en Madrid para realizar el curso de Ayudante de Cámara de cine en la ECAM. Colabora en varios cortometrajes como auxiliar de arte y auxiliar de eléctrico. Al terminar sus estudios de cine trabaja en el largometraje “Piedras” de Ramón Salazar, pero en el área de Producción. La experiencia le hace recapacitar sobre qué es arte, y cómo quiere vivir. Deja el cine decepcionada, y animada por un gran amigo retoma nuevamente la pintura pero de una manera más exclusiva. Ingresa en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid en el año 2002.Con un estilo ecléctico, se ha interesado sobre todo por los expresionistas abstractos americanos como Rothko, Barnett Newman o Clifford Still y por los informalistas como Pijuan, Tàpies o Barceló. Escultores como Antony Gormley, Anish Kapoor, Serra o Chillida.Amante del Jazz contemporáneo recorre las Jam Session de los Clubs de Madrid para alimentar su alma.”Necesito la música para vivir…y vivo para pintar”Viajar es su gran pasión, “desde que tengo uso de razón, sabía que sería una viajera incansable...La curiosidad de conocer gente nueva y culturas diferentes aportan una gran dosis de tolerancia…palabra y sentimiento que necesito en mi entorno”…”Busco el mar y la luz. Los mejores recuerdos que tengo de la infancia son los interminables veranos…descalza corriendo por la playa…Ahora vive al lado de ese mar, entre las montañas y los brazos de su amado, Cristóbal… “ Madrid me ha aportado muchas cosas a nivel intelectual, pero la vida corría y corría sin cesar delante de mis ojos…mi bicicleta era mi mejor aliada para escapar del acero gris”Otra de sus grandes influencias es Oriente llevándola a investigar durante años el budismo zen abriéndole la perspectiva interior que estaba buscando: la meditación.Actualmente trabaja en el Proyecto Personal “CITY - ZEN” en el que se entremezclan diferentes disciplinas artísticas como la pintura, escultura, video o la creación literaria.“CITY - ZEN” surge en un día cualquiera, de la propia experiencia personal de Eva. Ya no es necesario separar ni elegir. “Soy la suma de todo, del humo del incienso y del humo de la ciudad, de la montaña y del mar, de un té y de una caña, del arroz integral y del bocata de jamón, de Pat Metheny y de Hariprasad Chaurasia, de la risa y del llanto… soy “City - Zen”.“Mona Lisa” es el personaje principal de “City - Zen”. “Mona Lisa” es azul, como el caballo de Kandinsky, tiene un solo ojo, porque para aprender a ver no se necesitan más. No es perfecta, pero ella es feliz porque se ha dado cuenta de que todo puede surgir “aquí y ahora.